DOMINIO Y CAPACIDAD DEL LENGUAJE. CAPÍTULO 2, ONTOLOGÍA DEL LENGUAJE. RAFAEL ECHEVERRÍA.

1. El lenguaje como domino consensual.

Sentido común señala la siguiente afirmación: “Los individuos tienen una capacidad para el lenguaje”, lo que implica que el individuo es precondición del lenguaje. Sin embargo, esto no es así.

El biólogo Humberto Maturana dice que sólo podemos hacer lo que nuestra biología nos permite; no podemos traspasar los límites de nuestras capacidades biológicas.

No obstante lo anterior, el lenguaje no es generado por nuestras capacidades biológicas, ni tampoco puede ser desarrollado por un ser humano aislado. El lenguaje nace de la interacción social entre los seres humanos. En consecuencia, es un fenómeno social, no biológico.

En la interacción de los seres humanos aparece el dominio consensual, donde se comparten signos (gestos, sonidos) para designar objetos, acciones en orden a coordinar sus acciones comunes.

2. Lenguaje como coordinación de acciones.

El lenguaje surge a partir de la generación de un dominio consensual que es producido en la interacción, pero esto no es suficiente.

Muchas especies coordinan acciones a partir de la comunicación o un lenguaje especial, como el de las abejas o delfines.

Sin embargo, la especie humana se diferencia de otras por dos razones:

a. Tiene capacidad para abarcar un número muy grande de signos consensuales y crear nuevos.

b. Tiene capacidad recursiva, esto es, que permite a los seres humanos hacer girar el lenguaje sobre sí mismo: conversar o hablar de nuestra habla, por ejemplo, “¿qué quieres decir con eso?”, “¿de qué puerta estás hablando?” Esto es la base de la reflexión.

3. Individuos como fenómenos sociales.

La manera en que actuamos no es arbitraria. Conferir sentido y la forma de actuación se apoya o descansan tanto en la historia como en prácticas vigentes de la comunidad a la que pertenecemos.

Un relato sobre “¿quién eres?” está vinculado con la identidad, donde se genera sentido. Pero no es la única manera de impulsar la acción o actuar en la vida. Hay otras formas de lenguaje que hacen diferentes a las diversas comunidades, abordando los temas de familia, intimidad, muerte, trabajo, entre otros. Ejemplos, La Ruta del Sahara.

El lenguaje es también una estructura de relaciones. En la coordinación del comportamiento no todas las personas ocupan el mismo lugar ni realizan las mismas acciones. La persona es constituida como la suma de sus relaciones con los demás. Ejemplo: Enrique II y Arzobispo Beckett.

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